Las ventanas juegan un papel fundamental en la eficiencia energética y el confort de las edificaciones de nueva construcción. En un contexto donde la sostenibilidad y el cumplimiento del CTE son obligatorios, el arquitecto debe conocer en profundidad las características técnicas de las ventanas para garantizar un diseño eficiente y viable.
La ventana como sistema: más que un hueco en la fachada
No se trata solo del vidrio o del marco. Una ventana eficiente es un sistema que debe funcionar en conjunto para cumplir con los requisitos térmicos, acústicos y de estanqueidad. Las decisiones sobre su colocación, orientación y tipología impactan directamente en el rendimiento del edificio.
Transmitancia térmica: el dato clave en eficiencia energética
La transmitancia térmica (valor Uw) mide la cantidad de calor que atraviesa una ventana. Cuanto más bajo es el valor, mejor será su comportamiento térmico. En obra nueva, el Código Técnico de la Edificación (CTE DB-HE) establece límites exigentes que deben cumplirse:
- Uw ≤ 1,3 W/m²K en zonas climáticas más frías.
- Se recomienda triple acristalamiento o perfiles con rotura de puente térmico en proyectos Passivhaus o de alta eficiencia.
Estanqueidad al aire, agua y viento: prestaciones esenciales
Las ventanas deben ensayarse bajo la norma UNE-EN 14351-1, que define las clases de:
- Permeabilidad al aire: Clase 4 es la más eficiente.
- Estanqueidad al agua: Clase 9A o superior para climas lluviosos o zonas costeras.
- Resistencia al viento: Clases C3 o superiores son las más habituales en obra nueva.
El arquitecto debe verificar estas prestaciones en fichas técnicas y certificados del fabricante.
Selección de vidrios según orientación y uso
El vidrio influye tanto en el aislamiento como en la captación solar. Algunas claves para su elección:
- Vidrio bajo emisivo: Refleja el calor interior hacia dentro, ideal para zonas frías.
- Vidrio de control solar: Reduce la entrada de calor en orientaciones sur y oeste, evitando el sobrecalentamiento.
- Doble o triple acristalamiento: Cuanto mayor el número de cámaras, mejor el aislamiento térmico y acústico.
Integración con la envolvente y soluciones constructivas
La instalación debe garantizar la continuidad del aislamiento. Para ello:
- Se recomienda la instalación en el plano del aislamiento exterior (SATE).
- Es fundamental una correcta elección de precintos y sellados para evitar puentes térmicos.
- Las ventanas deben ser compatibles con las soluciones constructivas (fábrica, entramado, hormigón…).
Conclusión
Diseñar con ventanas eficientes no solo permite cumplir con el CTE, sino que mejora el confort, reduce la demanda energética y revaloriza el edificio. Para lograrlo, el arquitecto debe dominar los aspectos técnicos clave y colaborar con fabricantes que ofrezcan garantías reales.